El Diamante se ha formado a unos niveles muy profundos en el magma caracterizado por temperaturas y presiones elevadísimas.
Constituido únicamente de carbono puro cristalizado, es l a piedra preciosa cuya composición química es la más simple. Es también la más dura de las piedras (índice máximo 10 sobre la escala de MOHS).
Los cristales generalmente octaedros (pirámide doble con ocho facetas triangulares equiláteras) son gemas en mayoría incoloras pero algunas pueden tender a ser amarillentas (paja), verdes, violetas, rosas y azules (estos dos últimos colores son muy apreciados).
Existen además ejemplares con un color pronunciado : amarillo (junquillo), rosa, salmón, verde, rojo oscuro, gris y negro. El azul zafiro y el rojo intenso son muy raros. En todos estos casos se habla de diamantes de color o diamantes fantasía. Los profesionales prefieren utilizar la apelación fancy color.
Esos colores se deben a la presencia de rastros de azote, de boro, de hierro, de aluminio, de titano, de calcio, de samario pero también de cromo. Pueden resultar de factores radioactivos que han producido distorsiones en el entramado cristalino.
El diamante tiene un destello muy intenso y es totalmente inalterable (quema sin dejar residuos únicamente a temperaturas muy elevadas).